Soliamos despertar para ver si ya no era lunes.

jueves, 28 de octubre de 2010

A Caer

Eh soñado que entramos a un campo

extenso con suaves aires de nubes que tocan nuestros pies,

eh soñado que olemos nuestras manos

después de cortar un par de flores

y que abrazamos nuestros cuerpos cuando

el silencio se apodera de una tarde maravillosa

la existencia del mundo no radica

en lo que sienten nuestras manos, si no

en lo que siente nuestro corazón.

Y aún en la lejania de nuestros

cuerpo, yo siempre estoy contigo.


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