Soliamos despertar para ver si ya no era lunes.

domingo, 13 de febrero de 2011

No tengo nada que decir.

En verdad, lo juro, nada existe en mi cabeza que quiera salir,
ni un hola,
no quiero hablar con nadie,
ni mirar a nadie,
no quiero hacerme creer que estoy viviendo y
que debo ser feliz o vivir rápido
o vivir lento y respirar.

Nada quiero hacer, ni escribir,
todo esto es una justificación absurda, no soy yo.
Nada existe entre mis huesos que pueda ser visto,
no soy merecedora de nada,
porque tengo a la muerte en la orilla de mis labios.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Configurandonos...