No tengo nada que decir.
En verdad, lo juro, nada existe en mi cabeza que quiera salir,
ni un hola,
no quiero hablar con nadie,
ni mirar a nadie,
no quiero hacerme creer que estoy viviendo y
que debo ser feliz o vivir rápido
o vivir lento y respirar.
Nada quiero hacer, ni escribir,
todo esto es una justificación absurda, no soy yo.
Nada existe entre mis huesos que pueda ser visto,
no soy merecedora de nada,
porque tengo a la muerte en la orilla de mis labios.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Configurandonos...